A Joaquín Pardo, Mon Père, una de las grandes sonrisas de Benín.
El mes de Julio pasado tuve la oportunidad de viajar a Benín, ese pequeño país del Golfo de Guinea, situado entre Togo y Nigeria, y pasar unas semanas de convivencia en las aldeas de Monno y Bukanere, en la región del Borgou, al norte. Y todo ello de la mano de los misioneros de la SMA (Sociedad de Misiones Africanas) que realizan una importantísima labor en la zona desde hace más de 150 años. Mi estancia me ha permitido plasmar instantes inolvidables que ahora os ofrezco en estas imágenes. He preparado esta exposición con mucha ilusión y con ella pretendo mostraros una pequeña parte de ese continente que tanto me gusta y algunos de los momentos que he podido disfrutar allí. Detrás de cada uno de los rostros que vais a ver en las fotos, se esconden personas increíbles de las que guardo un recuerdo muy bonito. Sé que se sienten muy contentos de saber que han conseguido “viajar al país de los blancos”, como ellos mismos decían mientras sonreían con orgullo a la cámara. Cumplo con mi promesa de presentarlos a mis amigos y de no olvidarme de ellos, tal como me pidieron. Aunque sé que las imágenes no pueden reflejar lo que he sentido estando allí, espero poder transmitir, aunque sólo sea un poquito, una parte de África, ya que merece mucho la pena acercarse a este continente y descubrir a una gente maravillosa que nos abre las puertas a que conozcamos su cultura y sus costumbres. Muchas gracias a la SMA por permitirme conocer de cerca su trabajo, al Centro Hispano-Africano por brindarme el marco para la exposición, a Sara y Almudena por compartir conmigo todas las sonrisas de Benín, y a todos vosotros por sentir este enorme amor por África.
Cristina
